sábado, septiembre 28, 2024
Economía

¿América Latina con potencial para estar conectada por tierra?

Un artículo de la prestigiosa cadena BBC, nos pone una cuestión sobre la mesa, ¿por qué no se construyó en América Latina una poderosa red de trenes como la que conecta Europa?  Si bien, hay un pequeño tren de pasajeros en Latinoamérica que une dos países. Pero es una de las pocas excepciones en todo el continente.

 

El ferrocarril no es una forma corriente de viajar entre ciudades en una región de 19,5 millones de metros cuadrados acostumbrada al tránsito por carretera. Muchos latinoamericanos miran con envidia los trenes de Europa, llenos de pasajeros y copados de turistas durante el verano, que unen las capitales europeas a velocidades de vértigo por unos precios asequibles para el ciudadano medio.

 

Además, tienen unas frecuencias altas y se puede tomar el tren incluso los fines de semana. Con cuatro pilares representativos son lo que caracteriza a los trenes de alta velocidad e Europa; Tiempo, precio, frecuencia y comodidad son las principales.

 

Dado que las estaciones se encuentran en el centro de la ciudad, el trayecto supone una fuertísima competencia para el avión en comodidad y coste del billete.

 

A Londres y París también los une un ferrocarril de pasajeros. Ir en tren de la capital francesa a la británica lleva 2 horas y 16 minutos a la máxima velocidad.

 

En Italia, los viajeros pueden pasar de Milán a Florencia en 1 hora 54 minutos en una de sus opciones más rápidas. Hay 320 kilómetros por carretera entre ellas.

 

Las razones de que en América Latina no exista una red de trenes de alta velocidad para pasajeros son varias: las distancias, el coste o la elección del auto y el avión para viajar ha alejado al continente de los largos recorridos en tren.

 

Es difícil desarrollar trenes para pasajeros veloces en la región, sobre todo si tenemos en cuenta que a América Latina la cruzan innumerables vías de ferrocarril, Para empezar, existen redes de trenes de pasajeros, pero estas no son competitivas en velocidad y frecuencia con otras opciones de transporte.

 

Los países dejaron de invertir en la red ferroviaria a mediados de la década de los 50, pero la falta de inversión se agudizó a partir de los años 80 y culminó en los 90.

 

Otro de los temas que ha frenado el desarrollo de infraestructuras ferroviarias en la región es la corrupción en todas sus formas. Desde el desvío de fondos, hasta la utilización de empresas ligadas al poder político, pasando por convocatorias amañadas o sobreprecios.

 

Pero, además de los costos y la corrupción, la idea de nuevos proyectos de trenes de pasajeros entre ciudades latinoamericanas se enfrenta a otro gran problema: la competencia del avión, cuyos precios ahora son mucho más accesibles que en décadas pasadas.

 

Esperemos que este tema haya sido de relevancia para ti, así que espera una segunda parte…

 

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