DOLOR DE RODILLAS

Me formé como médico cirujano en la Universidad Autónoma de Guadalajara de 1991 a 1994 y posteriormente continué mis estudios de postgrado en traumatología y ortopedia en el hospital centro médico nacional de occidente en Guadalajara. Actualmente, tengo 25 años en el tratamiento del dolor y cuento con 20 años laborando en mi consultorio particular en Mundo Físico. 

Desde mis primeros años de formación como especialista me di cuenta de que una de las principales afecciones o enfermedades más comunes en los pacientes en traumatología y ortopedia, eran en sus rodillas. Esto no es exclusivo de una edad, sino que depende de múltiples factores.

Me he dedicado en gran parte de mi práctica profesional al manejo de la misma y me fui dando cuenta de que los tratamientos para el dolor de los pacientes cambian continuamente de acuerdo a los estudios clínicos en diferentes enfermedades de la rodilla y nuevos tratamientos farmacológicos, biológicos y quirúrgicos.

Un común denominador en estas enfermedades es el desgaste del cartílago como la principal causa u origen del dolor de las mismas. Puede ser debido a una sobrecarga deportiva, exceso de peso, enfermedades reumáticas, o muy comúnmente artrosis, que es el desgaste natural que vamos presentando con los años de uso de las rodillas.

Entre los tratamientos para el dolor de rodilla es importante hacer una evaluación integral. Siempre se debe iniciar con una buena historia clínica del paciente para poder conocer las causas que llevaron a que iniciara su dolor. En segundo paso, queda la adecuada exploración física para evaluar la afectación que presenta la rodilla.

Y por último los estudios de gabinete y laboratorio como son las radiografías, resonancia magnética y estudios en sangre que puedan corroborar nuestro diagnóstico presuntivo.  Una vez diagnosticado adecuadamente, se podrá establecer el manejo adecuado para cada padecimiento del paciente.

Entre los manejos para el desgaste articular, lo primero es reeducación al paciente en cuanto a modificar su estilo de vida que lo llevó al dolor; por ejemplo, el sobre peso, el ejercicio realizado en forma inadecuada, corrección de anormalidades anatómicas de la pisada entre otras.

Actualmente hay múltiples tratamientos para tratar de frenar la evolución natural de la enfermedad articular que a largo plazo será el desgaste.

Contamos con medicamentos condroprotectores, entre ellos están la condroitina, diacereina, colágenos, entre otros, los cuales nos ayudan a nutrir este cartílago y así fortalecerlo. En segunda línea contamos con los viscosuplementadores, los cuales son en forma intraarticular y es lo más similar al líquido sinovial, líquido que se encuentra en forma natural en la rodilla y lubrica la misma pero que va perdiendo su capacidad y volumen con el paso del tiempo.

Además, hoy en día, se cuenta con tratamientos biológicos como son las células madre y los plasmas ricos en plaquetas, lo cual ayudará a formar fibrocartílago similar al cartílago y con esto rellenar defectos de pérdida del mismo en áreas pequeñas del cartílago.

Por último, cuando ya todas las instancias han sido agotadas vamos al área quirúrgica, donde en fases iniciales por técnica artroscópica de mínima invasión se realizan acondroplastias y correcciones angulares de la rodilla para darle mayor tiempo de vida a la articulación.

Cuando la evolución de la enfermedad hace su fase final tenemos todavía la opción de una prótesis total de rodilla, donde se cambia la zona gastada de los cartílagos por implantes protésicos, con lo que el paciente mejora en forma importante el dolor y su calidad que es lo que se busca en cada paciente.

Por eso es importante la adecuada evaluación de un profesional para evaluar el mejor tratamiento para cada paciente, ya que cada uno requiere de un manejo específico para su dolor y lo que llegó a originar el mismo.