El imperio estrategia detrás del éxito de BMW.
Mucho antes de que BMW conquistara el éxito como fabricante de automóviles, la empresa estuvo al borde de la bancarrota. Y su fin estuvo cerca en 1959 cuando la empresa germana estuvo a punto de arruinarse. Los carísimos vehículos de BMW apenas se vendían y la compañía afrontaba además cuantiosas pérdidas.
Con el lanzamiento de “micro coche” Isetta BMW se anotó un auténtico éxito de ventas, pero otro vehículo pequeño, Mini, no pudo contener la hemorragia en la empresa alemana. BMW era huérfana por aquel entonces de vehículos de gama media y eso le pasó factura millonaria.
Cuando BMW estaba a punto de ser engullida por su rival Mercedes-Benz, entró en acción Herbert Quandt, un aguerrido accionista de la empresa germana que, con el apoyo del estado de Baviera, se las ingenió para sacar a la marca del pozo en el que estaba.
¿Cómo lo hizo? La acción puede sorprender a varios hasta el día de hoy y lo hizo apostando por la producción de limusinas deportivas, esas que son hoy por hoy el símbolo de BMW.
La familia tuvo éxito una vez que Herbert Quandt convirtió a BMW de una empresa de automóviles en apuros a una de las mayores empresas de automóviles de lujo. Herbert, quien falleció en 1982, se desempeñó como propietario de BMW antes de permitir que su hija Susanne y su hijo Stefan se hicieran cargo.
Tras la muerte de Herbert Quandt, fue su viuda quien asumió las riendas de la empresa. Y cuando Johanna Quandt falleció en 2015 a los 89 años de edad, sus hijos Susanne Klatten y Stefan Quandt se convirtieron en sus herederos.
En sus manos está el 47% de las acciones de BMW y sus ellos quienes controlan todas las decisiones estratégicas de la compañía. Con una fortuna estimada de casi 27.000 millones de euros, la familia Quandt tiene la vitola de ser la familia más rica de Alemania. Lo que convierte a los nietos en una de las personas más ricas de Alemania debido a su puesto en BMW. La fortuna familiar asciende a 35,000 millones de dólares.
Solo recordemos la presencia que tienen hoy en día y es que es casi misión imposible visitar la ciudad alemana de Múnich y no toparse con BMW, esta famosa marca alemana ocupa grandes espacios publicitarios por toda la ciudad y también sus símbolos están por todas partes.
