domingo, julio 7, 2024
Tecnología

Fibra óptica: una pieza clave para las casas inteligentes.

Desde hace unos años se viene instalando el concepto de «casa inteligente» a partir del continuo desarrollo de dispositivos y programas que generan mayor eficiencia en la vida cotidiana. Esta nueva tendencia tiene varios beneficios como la comodidad, eficiencia energética, automatización de tareas, gestión de tiempo, seguridad y accesibilidad. Frente a este escenario, es vital la calidad y el ancho de banda acorde a estas tecnologías. Definitivamente esta “nueva normalidad” requiere de un replanteo de la arquitectura de red y TI existente.

 

Las viviendas con control y automatización inteligente son aquellas que cuentan con electrodomésticos y sistemas de climatización, ventilación, iluminación, sistemas de audio y vídeo, y de seguridad que se pueden comunicar entre sí y pueden ser controlados de forma remota desde cualquier lugar con el dispositivo que se desee. Por ejemplo, podríamos pulsar un botón en nuestro celular y apagar las luces o prender el aire acondicionado.

Para poder instalar estas nuevas tecnologías debemos adaptar nuestros hogares y contar con un ancho de banda que lo permita. La conexión WiFi hogareña se volvió un servicio básico y esencial en el último año, tan necesario como la luz o el gas. De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) durante el 2020 los accesos a internet fijos residenciales crecieron 4% y los accesos fijos de organizaciones tuvieron una caída de 14,1%.

Sin embargo, la cantidad de nuevos usuarios conectados constantemente puede presentar ciertos desafíos como mantener la conexión a Internet sin caídas. Para evitar estos conflictos los proveedores de servicios de internet (ISP´s) necesitan desarrollar una infraestructura que soporte un gran número de dispositivos simultáneamente.

La fibra óptica tiene la capacidad de enviar grandes cantidades de datos e información, una mejor seguridad de la señal y la simplicidad de monitoreo, lo que ayuda a prevenir fallas.

La conectividad como factor clave para elegir una vivienda a lo largo del país

Sumado a esta nueva tendencia, es importante mencionar que el aislamiento social también puso a prueba la conexión de internet de nuestros hogares con la educación y el trabajo a distancia, decenas de videoconferencias, entre tantas actividades que debieron digitalizarse. Esto generó que la conectividad modificara su demanda, ya sea porque el consumo residencial creció en gran medida, como también debido a la redistribución geográfica que habilitó el hecho de poder trabajar “desde cualquier lado”.

Frente a este contexto que llegó para quedarse, los productores inmobiliarios deban contemplar la calidad de la conectividad como condición necesaria para la radicación de un nuevo inquilino o propietario. Asimismo, se aceleró el interés de las empresas constructoras en incorporar a sus proyectos de desarrollo redes de fibra que lleguen directo al hogar.

Debido al encierro provocado por el aislamiento social preventivo y obligatorio, las personas se desplazaron de las grandes urbes hacia localidades más alejadas, con el objetivo, en muchos casos, de cambiar de departamentos a casas y disfrutar de espacios abiertos en el interior del hogar.

Ante esto, es fundamental democratizar la fibra óptica para garantizar el acceso a internet tanto en los grandes centros urbanos como en las localidades más pequeñas de todo el país. El rol de las cooperativas ha sido y es fundamental en este aspecto. Actualmente en Argentina hay aproximadamente 547 cooperativas de telecomunicaciones registradas que prestan servicios de internet, telefonía y/o televisión por cable distribuidas en 20 provincias con el objetivo de acortar la brecha digital y generar una mayor igualdad de condiciones aún en los pueblos más pequeños y alejados.

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