Gestión del riesgo del duelo financiero.

Por: Araceli Martínez

Parece que fue ayer cuando Juanita llegó al “Grupo de ayuda mutua para aceptar la pérdida de un ser querido” y nos compartió su historia:

“El 20 de mayo mi hija y su esposo me dejaron a los niños para ir a una boda, a su regreso un carro los chocó y ambos perdieron la vida, ahora yo tengo que sacar a mis nietos adelante” 

Juanita estaba muy triste pues, no tan sólo había perdido a su hija, sino también a su yerno y además ahora era responsable del cuidado de sus dos nietos Diego y Leonardo. 

“¿Dígame cómo es posible salir adelante? tengo 67 años, soy viuda, con una pensión raquítica que no me alcanza ni para mí, dolencias en todo el cuerpo y ahora a estos dos pequeñitos a mi cargo”

A más de un integrante del Grupo de Ayuda Mutua se nos erizó la piel. ¿Cómo resignificar tanto dolor? sobre todo a la velocidad que se requería porque quedarse en casa a llorar, tumbarse en la cama y deprimirse parecía más un lujo que parte del proceso de duelo.

Por fortuna Juanita era una magnífica cocinera, trabajadora y responsable. Por eso, todo el grupo de ayuda mutua, además de acompañarla emocionalmente, vimos la oportunidad de ayudarla a generar ingresos. 

Cada vez que llegaba un deudo con historias como esta, me preguntaba:  – ¿Habrá alguna forma de sacar el dinero de la ecuación y evitar sobrecargar el proceso de duelo con temas financieros? –

La respuesta me llegó cuando ingresé al mundo de los Seguros. Descubrí en ellos una magnífica herramienta para “la gestión del riesgo por duelo financiero”. A través de ellos he sido testigo de cómo se puede mejorar el proceso del duelo. Tengo claro que, si algo en la vida ha de doler, que no sea el bolsillo. 

¿Te imaginas cómo hubiera sido el proceso de duelo de Juanita si tan sólo el pagar la renta y alimentar a dos pequeños no fuera prioridad? O ¿Cómo sería el proceso de Diego y Leo si pudieran continuar viviendo en la casa donde vivían con sus padres, durmiendo en su habitación y asistiendo al colegio donde estaban sus amiguitos?

Por historias como la de Juanita es que me siento muy comprometida como Agente de Seguros a llegar temprano a la vida de las personas antes de que la enfermedad, la invalidez, la vejez o la muerte lo hagan y evitar que el proceso de duelo se complique por el tema financiero. 

Hoy te comparto su historia con la intención de llegar temprano a tu vida, para que aprendas en cabeza ajena y por las buenas, que en la vida lo único constante es el cambio.

Si tú eres mamá o papá o alguien depende financieramente de ti (padres, hermanos, etc.), entonces es momento de tomar acción y preparar la estrategia para protegerte a ti y a los tuyos. 

Pero si eres soltero, sin hijos, entonces tú eres tú mayor prioridad, porque, así como existe el riesgo de morir, también está el de invalidar y si nadie depende de ti, ¿entonces tú de quién dependerás? El problema de la invalidez es que, además de que no aportas, te vuelves una carga para tu entorno afectando no tan solo su corazón por la aflicción de verte en esa condición, sino también su bolsillo. 

Yo te invito a que aprendas en cabeza ajena y por las buenas, y me permitas acompañarte a construir una estrategia a través de los seguros para que, si se presenta un momento disruptivo, dejes deudos y no deudas. Pero, ahora bien, si eliges aprender por las malas, recuerda que también estoy aquí para acompañarte en tu proceso de duelo.