¿Hacia dónde va la industria de la publicidad exterior en la CDMX?
Sin lugar a dudas, llegó el momento de regular adecuadamente el sector a través de nuevas leyes que se adapten a las necesidades de una gran metrópoli como la Ciudad de México.
La publicidad exterior en la Ciudad de México vive momentos complicados; existe una ley que regula al sector -pero que en la práctica es letra muerta-, derechos que no son cobrados por el gobierno y un padrón de anuncios desactualizado. En resumen, cada una de las partes que integran el rompecabezas tiene nombre, apellido y responsable.
La falta de regulación adecuada en este sector proviene de los años en que nos gobernó Marcelo Ebrard Casaubón, de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), al mando de Felipe Leal. En aquellos años se solicitó a los publicistas propuestas para retirar anuncios instalados en azoteas -que desde entonces están prohibidos- para convertirlos en otro tipo de publicidad más a nivel peatonal y vehicular, así como nodos publicitarios. Fue entonces cuando la Asociación Mexicana de Publicidad Exterior, cuyo presidente era José Manuel Sánchez Carranco, propuso, a través de las comisiones unidas del consejo de publicidad exterior al entonces secretario de SEDUVI, dos ideas que perviven hoy en día en la Ciudad de México: las columnas verdes del periférico y los bajo puentes con publicidad en túneles vehiculares.
Si bien es cierto que las ideas fueron muy buenas por su creatividad, ambos proyectos tienen grandes desventajas. Ninguno quedó a nombre de la empresa que los propuso, el estado de Derecho en aquel entonces jugó a favor de quien tenía una relación estrecha con el jefe de gobierno Marcelo Ebrard. En ninguna de las dos concesiones o PATR’s (permisos administrativos temporales revocables) hubo además retiro de anuncios instalados en azoteas, pues las dos empresas beneficiadas por dichos proyectos presentaban irregularidades.
ISA Corporativo, de Hugo Camou Rodríguez, tenía anuncios y no estaba inscrita en el padrón oficial de anuncios de la SEDUVI, al igual que la Empresa Vía Verde, que era la dueña original de ese permiso y que hoy opera la empresa Vallas y Gigantografías de México.
Esta estrategia parecía al inicio idónea para retirar, a cambio de proyectos viables de infraestructura y más modernos, los anuncios instalados en azoteas que desde 2010 están prohibidos y que, sin embargo, siguen allí instalados (La SEDUVI hoy de Ileana Villalobos sabe que existen, pero hace como que no los ve).
Sin lugar a dudas, llegó el momento de regular adecuadamente el sector a través de nuevas leyes que se adapten a las necesidades de una gran metrópoli como la Ciudad de México. Sin embargo, esto se debe hacer escuchando todas las voces, de gobierno, empresarios, sociedad y clientes. Hacerlo unilateralmente acarrearía un descalabro (por decir lo menos).
Hoy se sabe que la Jefa de Gobierno presentará en breve una iniciativa de ley, pero hay otras dos, de otros grupos políticos, que también entrarán a discusión en comisiones.
Ojalá y la intención del gobierno de la Ciudad de México no sea beneficiar a las empresas allegadas a la 4T que cuentan con PATR´s (Permisos Administrativos Temporales Revocables), sería un gran retroceso para el sector.
