La gastronomía poblana es muy famosa a nivel mundial pues cubre dos importantes culturas: la prehispánica y la española, además de influencias francesas y orientales, otorgándole la originalidad de colores, olores, sabores y texturas que se unen en cada una de sus creaciones, aunque usted no lo crea.
Orgullosamente se ostenta como la cuna del mole poblano, un auténtico platillo nacional que consta de una salsa espesa que combina chocolate con chile y otros ingredientes, servida encima de pavo o pollo; y los chiles en nogada, plato barroco por excelencia compuesto por chiles poblanos rellenos de carne y frutas, cubiertos con una salsa cremosa de nuez y granada. Sin dejar de mencionar las exquisitas chalupas, molotes, cemitas, memelas, rajas poblanas, el pipián verde, las chanclas y crema poblana, entre un sin fin de deliciosos platillos.
Otro de los platillos irónicos en Puebla son los tacos árabes, carne de puerco sazonada y asada, envuelta en tortillas de trigo, un platillo inventado por inmigrantes del Medio Oriente.
Tampoco se pueden olvidar los dulces típicos que son un verdadero placer al paladar, entre éstos tenemos a las tortitas de Santa Clara, los camotes, los dulces de pepita, jamoncillos de piñón, dulce de batata, frutas cristalizadas, gaznates y macarrones, entre otros.
La rica gastronomía de Puebla también comprende una gran variedad de bebidas como: el Chumiate, infusión de capulín con aguardiente de caña; los Nevados, bebidas ligeramente alcohólicas con una gran diversidad de sabores como nuez, fresa, vainilla o amaretto; el Acachul, especie de vino que combina cerezas silvestres, y aguardiente de caña; el rompope, bebida cremosa y dulce preparada con yemas de huevo, vainilla, canela; la Pasita, más que una bebida es una licorería con una tradición única en donde puedes preparar tus propias bebidas alcohólicas o probar sus originales creaciones; “Sidra”, vino espumoso elaborado de manzanas fermentadas; y Yolixpa, mezcla de hasta 32 hierbas aromáticas endulzadas con miel o piloncillo.
Definitivamente la gastronomía poblana en general es una clara muestra de la rica fusión entre la tradición hispánica y la indígena mexicana. El resultado: una variedad de sabores, platillos, colores y tradiciones que deben mantenerse con vida no sólo entre los viajeros sino principalmente entre los habitantes de la región que bien harán en mantener con vida las costumbres culinarias de la zona
