Los ingresos pasivos se han revelado como una de las estrategias más eficaces para todos aquellos que buscan la libertad financiera.

Ahora bien, ¿son realmente eficaces? ¿Nos pueden aportar realmente esa anhelada independencia financiera?

Pues como en todo, depende de cómo lo hagamos, qué estrategia sigamos y cómo la configuremos. No todo ingreso pasivo, por sí solo, nos va a hace libres en lo económico. Habrá que diseñar bien nuestra hoja de ruta. Una cosa es que un ingreso sea pasivo y otra que podamos vivir de él.

Por cierto, antes de continuar, ¿todo el mundo sabe lo que son los ingresos pasivos? Aquellos que, como su nombre indica, se perciben de forma pasiva por su titular una vez configurados, constituidos o creados. Dicho de otra forma, creamos la fuente o el origen y cobramos. Sin necesidad de ulteriores trabajos ni mantenimientos. O con muy pocos.

Ejemplos: arrendamientos de inmuebles, productos financieros, activos digitales para su venta, productos que proporcionen derechos de autor o regalías, etcétera.

A mí es un tema que me apasiona bastante por varios motivos:

  • Puedes crear tantos como tu imaginación te permita.
  • Cualquier puede ponerlos en marcha desde cualquier lugar y sin necesidad, en la mayor parte de los casos, de conocimientos académicos o especializados.
  • Son el remedio más directo  hacia la libertad financiera. Otros, quizá, también te lleven, pero dando más vueltas.

Pues bien, una vez visto en qué consisten estos ingresos y porqué me gustan tanto, vamos a tratar el objeto del post: Las siete claves de los ingresos pasivos para proporcionarte libertad financiera.

1. Requerir un costo de constitución muy bajo.

Este requisito no es necesario para que un ingreso sea pasivo, pero sí para que te aporte libertad financiera.

Hay que invertir/gastar/emplear la menor cantidad de dinero posible para obtener la mayor de las probables rentabilidades.

2. Tener un costo de mantenimiento muy bajo.

Lo deseable sería que el ingreso requiriese de muy escasos costos de mantenimiento para incrementar nuestra rentabilidad.

Obtener dividendos de acciones bursátiles puede ser muy cómodo, pero conlleva unos costes de comisiones y gestión que quizá no lo hagan tan atrayente. En cambio, los costos de alojamiento web de un producto digital en internet, pongamos por caso, pueden ser muy inferiores y proporcionarnos la posibilidad de ingresos mayores.

3. Funcionar en modo automático o semi.

Este elemento es clave en los ingresos pasivos. Deben funcionar en modo automático o casi. Debes no hacer nada o casi nada. Y deben seguir funcionando y proporcionando beneficios, por supuesto.

La clave del ingreso pasivo, a diferencia del ordinario, estriba en que tiene lugar sin necesidad de ulteriores acciones una vez que ha sido creado.

Ahora bien, respecto a la automatización hay algunos malentendidos.

No todo lo que funcione a través de internet tiene porqué ser pasivo. ¡Muchos sabemos que le echamos horas!

Lo automático tampoco tiene nada que ver con lo especulativo. Son conceptos diferentes. Comprar una cosa y venderla más cara puede estar muy bien pero no tiene porqué ser un proceso automático (si quieres revender un inmueble, por ejemplo, hay que hacer publicidad, gestiones, desplazamientos, visitas inmobiliarias, etc. ¡todo lo cual no tiene nada de pasivo!)

4. Ser varios y pertenecer a diversos sectores.

Un solo ingreso es difícil que te brinde independencia financiera. Para disfrutar de ella deben ser varios y, por mayor seguridad, pertenecer a sectores diferentes.

Un sólo libro (ejemplo típico de ingreso pasivo) es difícil que te permita retirarte.

Varios sí. Si eres bueno, tienes buen marketing y se venden, lógicamente. Pero también puede llegar un día en que disminuyan las ventas. Entonces desearás tener otros ingresos de otros sectores: un bien arrendado, un curso online, un depósito a plazo…

5. Permitir el uso de palancas.

¿Qué es una palanca? Un mecanismo que te permite, con un esfuerzo muy discreto, multiplicar efectos, multiplicar beneficios. Es conseguir más con menos.

Las palancas, al igual que los ingresos pasivos, pueden también configurarse a gusto del consumidor. Y son un elemento necesario para, en nuestro caso, hacernos libres, permitir retirarnos. Si el ingreso no permite el uso de palancas, es más difícil que lo consigamos.

Ejemplos: un producto digital puede comercializarse en internet a través del marketing de afiliación. Eso es una palanca. Otra: Un libro o ebook que contenga el ofrecimiento de más productos relacionados puede igualmente funcionar a modo de palanca.

6. Ser escalables.

Esto es, gozar de la cualidad consistente en poder crecer en ventas (y beneficios) a ritmo mucho mayor que el de costes. Es decir, permitir ganar más sin necesidad de invertir más, o invirtiendo muy poco en relación a lo que se gana.

7. Tener una vida útil muy larga.

Y por último, como es de suponer, un ingreso con una long life nos repercutirá mucho más que uno con ciclo de vida corto.

El ciclo puede ser corto bien porque el producto se agote o consuma, o bien porque su interés decaiga. Por ejemplo, no es lo mismo escribir un libro sobre las claves de la felicidad (tema válido para cualquier época, tiempo y lugar) que sobre las consecuencias de las medidas del gobierno para este año.

 

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Y hasta aquí hemos llegado. Estas son las siete claves que debe reunir un ingreso pasivo para permitirte olvidar las preocupaciones por el dinero.