sábado, noviembre 23, 2024
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Los 7 pecados capitales del vendedor.

Por: Fernando Sandoval

Espero que las palabras que encuentres en este texto te sirvan para cuestionarte, quizá estés de acuerdo o no, pero una cosa sí te aseguro, si logro hacerte dudar habrá cambios.

Mi primer emprendimiento fue a muy temprana edad, desde los diez años y te puedo decir que todavía sigo equivocándome. Mientras sigas siendo humano existe la posibilidad. 

En ocasiones somos muy exigentes con nosotros, las cosas no cambian si no las agitas, te invito a que pongas manos en el asunto que te cuesta tanto. Una frase que ha hecho eco en mi conciencia decía: “de error a error se llegan a aciertos”. Cualquier movimiento en cualquier dirección siempre será avance, quizá no logres lo que buscabas pero siempre ganaras experiencias, al final del día la cuantificación de experiencias te hace una persona sabia. A continuación, te hago una pequeña síntesis de lo que creo que es lo que adolecemos los vendedores.

No administramos: En este punto, si no sabes cuánto ingresa y cuanto gastas estarás condenado a no avanzar, es decir, no se vive de puras experiencias. William Thomson Kelvin (Lord Kelvin), físico y matemático británico (1824 – 1907) acuñó la frase: «Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre«. Ya me lo decía mi madre, no importa cuánto ganas si no lo sabes gastar. 

El tiempo: Es el recurso más importante que tenemos en nuestra profesión, no es renovable y finalmente es el que te dará el ingreso económico. Aléjate de colegas que te roban el tiempo, recuerda que cada quien tiene sus propios intereses y quizá él ya vendió, por tal motivo se encuentra relajado.

No organizamos: En este punto es importante siempre tener una agenda y dejar de confiar en nuestra mente. Si el cliente es nuevo, probablemente te pedirá algunas características de la cotización o del producto y si ya es cliente, quizá te esté solicitando cambios, hagamos las paces con el papel y anotémoslo.

Seguimiento: Seguramente te ha pasado que se te olvidó llamar al cliente y a los días él te llama y te recuerda la cotización que enviarías. Ya iniciaste mal, porque si hacemos semiótica en esta situación, lo primero que pensará tu cliente es, si así es para venderme que pasará cuando lo necesite.   

Dinero: Considera si tu ingreso es fijo o es variable, lo óptimo es que tengas los dos; más si vas iniciando algún emprendimiento, esto te dará estabilidad y la tranquilidad para generar más ingresos. Recuerda que el cliente percibe nuestra desesperación. 

No nos actualizamos: Es importante entender que nuestros consumidores van cambiando y esto se debe a las brechas generacionales que se van alejando de nuestra edad. Cuántos cursos de ventas has escuchado, siempre han existido y todos juran el éxito. Te recomiendo que tomes todos, el conocimiento no tiene fecha de caducidad para aquello que ignoras.

No imites: Busca tu propio estilo, recuerda que lo que al otro le funciona quizá a ti no, te sugiero saques partida a eso que te caracteriza y lo potencialices. Conforme va pasando el tiempo te darás cuenta que eres un espejo de tus clientes, incluso de los que te quejas.

Deseo que todo vaya genial, que tu negocio sea próspero. Recuerda, todo el mundo sonríe en el mismo idioma, seamos gentiles.