sábado, noviembre 23, 2024
Ventas
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No vendas por vender

Por: Fernando Sandoval

Soy una persona de 40 años, gran parte de mi vida la ha vivido en ventas, un oficio muy criticado cuando no se hace con profesionalismo y pasión.

Quizá la palabra pasión no tiene cavidad en los negocios. La pasión es aquello que nace desde tu interior, que no tiene razonamiento, y esta palabra quiero que la encasillemos en el servicio.

Es decir, al cliente jamás lo tienes que ver con signo de pesos. A lo largo de mi tiempo en las ventas, los negocios y las relaciones entendí que estas deben ser a largo plazo. Vender es muy sencillo, lo difícil es la retención del cliente, con esto se logra el arte de las ventas.

Es importante anteponer el interés del cliente que el propio.

Hace tiempo trabaje en un cocesionario de autos y me toco atender a un cliente que estaba muy molesto por que su auto no estaba a tiempo. Me tomé el tiempo de escucharlo (algo que poco hacemos y es tan importante), busqué al gerente, le pedí ayuda y pude solucionar su problema. Este cliente no se olvidó de mí, y pasado el tiempo, me representó una compra de una flotilla de autos.

Actualmente, este cliente sigue representando ingresos para mí, mismos que permiten el pago de colegiaturas, sueldos, gastos propios de mi negocio, etc.

No inicies vendiendo, mejor inicia ayudando.

Miremos a las personas del campo, ellos siembran y la cosecha la dejan a voluntad de la temporada.  Es un acto de fe, un buen vendedor es una persona siempre llena de fe.

En estos tiempos donde se tiene acceso a un mundo de información, creemos y pesamos saberlo todo. Existen muchos motivadores dispuestos a buscar clientes desesperados que quieren resultados inmediatos y sacar una gran partida.

Los atajos son buenos, y la distancia más cercana entre punto y punto, es la línea recta. Hagamos énfasis es esta última palabra, ser recto, no busques engañar, la mentira tarde o temprano brotará.

Poner en duda lo que has hecho, siempre te llevará a perfeccionar tus procesos. Hace mucho tiempo, leía que el leguaje de Dios es el silencio, ese espacio donde estas solo con tu conciencia, donde no puedes engañar a nadie.

Te invito a que cada vez que tengas una negociación por realizar, tengas claro que las dos partes tienen que ganar. Principio básico para que tu negocio pueda mantenerse y logres desmarcarte de tu competencia.

Si llegaste hasta este punto, quiere decir que ya te vendí, las ventas ocurren en cualquier momento y pueden ser tan natural como esta pequeña conversación.