NTF deportivos, una mina por explotar.

Los NFT garantizan que el objeto al que están ligados es una pieza digital única, dándole un valor extremadamente alto. En el mundo deportivo, un NFT puede ser una estampa, pero en vez de ser una imagen sobre un papel es una fotografía digital; también puede ser un video que capture el mejor gol en la historia. Estos “cromos digitales” pueden almacenarse y transferirse, y su valor podría aumentar con el tiempo, convirtiendo los NTF deportivos en una mina por explotar.

Cuando se anunció el acuerdo por el que Crypto.com se convertía en el socio oficial de criptomonedas del París Saint Germain, el cofundador de la compañía digital, Kris Marszalek, dejó ver el mundo de posibilidades que abre la asociación:

“Entre la visibilidad de la marca, el acceso al estadio y al equipo y el desarrollo en colaboración de NFT, no tengo ninguna duda de que crearemos experiencias nuevas y emocionantes para los aficionados al fútbol de todo el mundo”, dijo Marszalek.

Otro de los grandes golpes acertados por Crypto.com en el mundo deportivo es el cambio de nombre del mítico estadio Staples Center, casa de Los Angeles Lakers, Los Angeles Clippers (NBA) y de Los Angeles Kings (NHL). Por tan solo 700 millones de dólares el Staples Center dejó su nombre para transformarse en Crypto.com Arena.

El avance de las criptomonedas en el mundo deportivo no termina aquí, pues se acaba de abrir la posibilidad de pagar el salario de deportistas de élite con criptomonedas. Russell Okung, jugador de los Carolina Panthers (NFL) es el primer jugador que cobra la mitad de su salario anual en bitcoin, unos 7 millones de dólares, aproximadamente.