lunes, abril 29, 2024
agilidad emocional
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¿Qué es la agilidad emocional y por qué es una competencia cada vez más demandada?

Por: Lyz Escalante

La evolución del mundo laboral ha traído consigo una transformación en la forma en que evaluamos a los candidatos para puestos de liderazgo y promoción. Desde mis inicios en Recursos Humanos en 1994, he sido testigo de cómo los criterios de selección han pasado de enfocarse únicamente en títulos académicos y experiencia profesional a considerar una gama más amplia de habilidades y competencias. Hoy en día, una de las competencias más demandadas y valoradas es la agilidad emocional.

La agilidad emocional, según Susan Davis, se refiere a la capacidad de conectar de manera saludable con nuestro mundo interior: nuestros pensamientos, sentimientos y recuerdos. Implica comprender y manejar nuestras emociones para mejorar nuestras relaciones interpersonales y lograr un mayor bienestar personal. En un mundo laboral cada vez más complejo y cambiante, la agilidad emocional se ha vuelto esencial para liderar equipos de alto rendimiento y mantener un equilibrio entre la vida profesional y personal.

En el pasado, las promociones se basaban principalmente en el expertise técnico o la antigüedad, sin prestar demasiada atención a competencias como el liderazgo o la inteligencia emocional. Sin embargo, ahora reconocemos que estas habilidades son cruciales para el éxito en roles de liderazgo. Tanto el upskilling (desarrollo de habilidades existentes) como el reskilling (adquisición de nuevas competencias) son procesos clave para potenciar el talento y mejorar la competitividad en el mercado laboral actual.

Los líderes con agilidad emocional comparten ciertas características distintivas. Son capaces de identificar y comprender sus propios sentimientos, perdonarse a sí mismos por errores pasados y buscar constantemente la mejora personal y profesional. Además, viven sus valores con autenticidad, respetan a los demás y fomentan una comunicación clara y efectiva.

Susan Davis destaca cuatro elementos fundamentales para alcanzar el bienestar emocional: liberar las emociones, enfrentar el mundo tal como es, reconocer que todas las emociones son pasajeras y ser líderes en la comprensión y gestión de las emociones de los demás. Estos elementos ayudan a cultivar una mentalidad resiliente y empática, fundamentales en entornos laborales exigentes.

Es importante distinguir entre inteligencia emocional y agilidad emocional. Mientras que la primera se centra en comprender y controlar las emociones propias y ajenas, la segunda se basa en vivir de acuerdo con los valores personales y manejar las emociones de manera saludable, sin reprimirlas ni ignorarlas.

En conclusión, la agilidad emocional es una competencia cada vez más demandada en el mundo laboral actual. Los líderes que la poseen son capaces de adaptarse rápidamente a los cambios, gestionar eficazmente sus emociones y promover un entorno de trabajo saludable y productivo. Es fundamental para el éxito personal y profesional en un mundo cada vez más dinámico y competitivo.

  • Redacción D&N

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