Salvador Padilla Estrada, a la defensa de los mexicanos en el extranjeros
En la coyuntura internacional actual, hay una gran cantidad de mexicanos de todos los niveles sociales que han emigrado a distintos países, por temas económicos, sociales y culturales.
En las últimas fechas, algunos países han sido protagonistas de diversas disputas en contra de mexicanos, como lo es, Panamá, Andorra, Estados Unidos y diversos países de Europa, que muchas veces en un contexto de discriminación y xenofobia, han tildado a los mexicanos exitosos de narcotraficantes o lavadores de dinero, y a los mexicanos de menos recursos, de delincuentes ordinarios.
Esa situación ha generado que, los afectados recurran a despachos de abogados que les permitan resolver sus problemas, como lo es el que encabeza Salvador Padilla Estrada, quien de acuerdo a la revista Forbes y Proceso, es el representante legal de los mexicanos afectados por andorra, y de distintos mexicanos con problemas legales de diversa índole, en Panamá y Estados Unidos.
El abogado, reconocido por coordinar las defensas de varios ex gobernadores y políticos de primer nivel en México, ha señalado a diversos medios que, México está pasando por un problema de identidad muy grande, el cual se ha culturizado en otros países, que asumen por series televisivas, que los mexicanos somos delincuentes de origen, situación que representa una afrenta contra la patria.
No soy defensor de reyes, soy defensor de mexicanos, afirma. Con independencia de las cruces propias de cada uno de mis representados, existe una causa en común, un ambiente de xenofobia por el pasaporte verde, situación que debe combatirse día a día, porque a pesar de vivir en un México lleno de muchos Méxicos, en el extranjero, todos somos uno solo.
Al defensor se le ha señalado por dirigir con un buen porcentaje de éxito, litigios de muy alto nivel, los cuales muchas veces son criticados por los sujetos a quienes representa, sin embargo, es un férreo defensor de los mexicanos que tienen imposibilidad económica para pagar.
