Tu organización trasciende; continuidad del negocio.
Por: Héctor A. Camacho H.
La evolución de la competitividad entre empresas y organizaciones ha tenido diferentes factores que son considerados como punto de partida para acceder a mercados cada vez más estrictos, escrupulosos y efímeros. Estos factores son: precio, especificaciones y capacidad.
El primero de ellos tiene como base la atracción de un cliente en función a la percepción de lo que debería valer el producto. Este factor se atribuye a un incremento en la eficiencia de una organización para explotar sus recursos y con ello lograr una reducción significativa al precio final.
El segundo es una clara referencia a la búsqueda del perfeccionamiento de un producto o servicio y el cumplimiento de requisitos solicitados por el cliente. Esta aproximación considera a la eficacia como un pilar para asegurar dicho cumplimiento.
El tercero presenta un reto con suma exigencia; la capacidad para dar continuidad a la oferta de servicios y productos a largo plazo. Esto incluye un incremento de la demanda, programación de entregas, inclusión de programas de fidelización y transición efectiva de autoridad entre los integrantes de la organización para asegurar la existencia de una relación productiva.
Si tomamos en cuenta la suma de los factores anteriores, tendremos como consecuencia que la eficiencia transmitida por medio de la explotación óptima de recursos como son la disminución de mermas y aumento de utilidades, la eficacia ganada con el alcance de requisitos establecidos a través de cláusulas contractuales con el cliente, obligaciones determinadas por autoridades y requerimientos adicionales de mercado; obtenemos la efectividad.
Ejemplo de ello lo observé en una empresa con la que trabajo como consultor desde hace algunos años.
Desde sus inicios como emprendedor independiente, el director de esta organización determinó que su factor de competitividad estaría fundamentado en la distribución de productos de origen extranjero a menor precio, lo que en su momento fue un referente muy adelantado a su época de lo que hoy conocemos como la base del nearshoring; que es el fenómeno de externalización por la que una empresa transfiere parte de su producción a terceros. Esto lo llevó a construir relaciones de negocios con empresas internacionales ubicadas en el continente asiático.
Adicionalmente el desarrollo de su visión empresarial requirió que se cubrieran dos hitos importantes: el primero de ellos fue el crecimiento horizontal de su negocio con la adquisición de una fábrica con la que obtenía la capacidad de ofrecer sus propios productos y el segundo con la integración de su familia en las operaciones del sistema productivo. Lo que tuvo efecto en su interés por cumplir los requerimientos de sus clientes con los más altos niveles de calidad.
Fue un proyecto de integración que duró varios años y del cual fui testigo en su culminación con el acceso de este corporativo a una certificación en la norma ISO 9001, la cual sigue vigente. Sin embargo, su legado más importante radica en la continuidad de su visión empresarial con la implementación actual de un sistema integrado que incluye la certificación en la norma ISO 22301.
Actualmente como responsable del sistema de gestión integral del negocio me encuentro trabajando con su familia en el cumplimiento de este objetivo estratégico para el año 2024.
La idea principal de esta colaboración es compartir a través de la ejemplificación de tres factores y una experiencia significativa la importancia para alto directivo y dueño de negocio el valorar la continuidad de su organización para asegurar relaciones a largo plazo con sus proveedores, clientes y aliados comerciales y establecer como un beneficio adicional la integración de un equipo con las competencias para desarrollarlo.
+ En memoria de José Luis Gómez, octubre 1955 – febrero 2023.